La alimentación saludable es uno de los actos conscientes más importantes que hacemos los seres vivos. No solo por ser una necesidad básica, sino porque involucra el deseo de vivir.

La palabra alimento viene del latín alimentum. Está compuesta por la raíz alere que significa alimentar, nutrir, criar o hacer crecer, y el sufijo mento que indica medio, instrumento o modo.

El alimento no solo se refiere al que debemos proveerle al cuerpo. También, trasciende al que debemos darle a nuestra mente, espíritu, sueños, metas, deseos, relaciones y demás áreas de nuestra vida.

En primer lugar, la alimentación saludable nos debe invitar a reflexionar cómo y con qué nos alimentamos. Porque somos conscientes de que si no nos alimentamos bien, la consecuencia será la muerte. Y de igual forma, que si nos alimentamos inadecuadamente el resultado será la enfermedad.

Las personas normalmente comen para cubrir la necesidad fisiológica del hambre. Sin embrago, pocos se alimentan conscientes de la calidad de nutrientes que introducen a su cuerpo. También, olvidan alimentar el resto de sus áreas esenciales.

¿Sabías que todas las enfermedades tienen un origen emocional y están relacionadas con lo que comemos o dejamos de comer?

¿Sabías que puedes poner a dieta el estrés, el odio, el rencor, los miedos, el dolor, la tristeza y todo lo que quieras?

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