LSD (Dietilamida del Ácido Lisérgico)
El LSD, o dietilamida del ácido lisérgico, es una sustancia psicodélica que se obtiene a partir del cornezuelo del centeno, un hongo parásito que crece en este cereal. Se presenta en varias formas, siendo las más comunes el papel secante impregnado con la sustancia, los «micropuntos» (pequeñas dosis similares a la punta de un lápiz), o de forma líquida.
Formas de Consumo
Se puede consumir de diversas maneras, como poniéndolo en la lengua, debajo de los ojos, o en la piel. Los micropuntos, que son casi invisibles, son una forma popular de consumir LSD por absorción cutánea. Cada dosis, conocida como un «tripi», puede contener entre 50 y 400 microgramos de LSD.
Efectos Psicológicos y Físicos
El LSD es un alucinógeno potente que provoca efectos psicoactivos significativos. Los usuarios experimentan modificaciones sensoriales intensas, como alucinaciones visuales y auditivas, distorsión del tiempo y del espacio, y sinestesia (la mezcla de los sentidos). Esto puede resultar en un estado de euforia o ansiedad intensa, dependiendo de la persona y del contexto en el que se consuma.
Un «tripi» puede durar entre 5 y 12 horas, aunque algunos efectos pueden prolongarse incluso más. Después del pico de los efectos, el usuario puede experimentar un «bajón», que se caracteriza por confusión, angustia, paranoia y crisis de pánico. Además, su uso frecuente puede desencadenar trastornos psiquiátricos graves, como psicosis y fobias.
Riesgos Físicos del LSD
El consumo de LSD también puede tener efectos adversos para la salud, incluyendo:
- Depresión del sistema nervioso central, lo que reduce las funciones cerebrales.
- Pérdida de la audición y trastornos del lenguaje y la memoria.
- Epilepsia, movimientos involuntarios de las extremidades y, en algunos casos, infartos cerebrales.
Efectos Duraderos
Los efectos duraderos incluyen posibles trastornos mentales como la depresión, la psicosis y otros problemas psicológicos que pueden persistir incluso después de que los efectos inmediatos del LSD hayan desaparecido.
Aunque el LSD no es considerado adictivo en el sentido tradicional, su uso puede resultar en consecuencias muy serias para la salud mental y física de quienes lo consumen. Es importante estar informado sobre los efectos y los riesgos del LSD para tomar decisiones conscientes y responsables.
